Divina Tragedia:

A mitad del camino de la vida, me encontraba en las venas de mi sangre, gritando la reminiscencia de mis ojos hacia ese recinto de infierno roto que hemos apartado para ti, quien logra caminar en las sedas del cielo se acostumbra a la soledad, ante palacios de parnasos mal curados, de arcaicos cantos de liras caen los solfeos de anti-reinas inglesas, oh gran madre de las huérfanas, dame los pecados que me faltan para entrar al infierno, si vacilo en vagar en indecisos purgatorios por mi breve eternidad, calmaos vuestra euforia y vehemencia, y entre vientos de serenidad llevad mi mensaje a Virgilio, de que yo me encuentro cerca.

Cotidiana 7

Desmitificare cada concepto, los abriré, estudiare y destripare y les juro, que no habrá nada tan cierto o por encima de mi sufrimiento, del “yo” que no pierdo y que grita los colores de la tragedia (De nuevo hablando de sí mismo) dicen todos, pero, ¿Cómo no quieres que hable de mi si solo hablo conmigo? Si quieres acompáñame, glorifiquemos la belleza de la palabra “mierda”. Sigue lloviendo, mis pulmones se ahogan con su propio oxígeno, mi corazón se envenena de mi propia sangre, los ángeles lloran en el espejo de mi voz, está brotando lastima en las pisadas de mis pupilas sobre esta ciudad lagonizante, llegare a viejo cometiendo errores y amando complejos. Soy un artista atrapado en mis dibujos y en la muerte de un cantante.