sábado, 30 de agosto de 2014

Divina Tragedia:

A mitad del camino de la vida, me encontraba en las venas de mi sangre, gritando la reminiscencia de mis ojos hacia ese recinto de infierno roto que hemos apartado para ti, quien logra caminar en las sedas del cielo se acostumbra a la soledad, ante palacios de parnasos mal curados, de arcaicos cantos de liras caen los solfeos de anti-reinas inglesas, oh gran madre de las huérfanas, dame los pecados que me faltan para entrar al infierno, si vacilo en vagar en indecisos purgatorios por mi breve eternidad, calmaos vuestra euforia y vehemencia, y entre vientos de serenidad llevad mi mensaje a Virgilio, de que yo me encuentro cerca.

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