jueves, 23 de abril de 2015

En el hospital dicen que tengo que esperar.

¿De qué me vale ser libre? Si despierto con los sueños dormidos, el océano me aburre y mis muertes envejecen, subí a la luna para ver el planeta desde afuera y vomite de vértigo, mis lágrimas llueven a secas sobre esta ciudad, donde todos se insultan, donde todos se odian y nunca se detiene el chirrido del ángel arrastrando su silla de ruedas, mientras, un millón de ojos sin caras me observan hasta que pueda cantar el secreto que no se expresar, tengo la paz de soledad que no es vida, solo enloquece, protégeme de ser joven, de las jodiendas de muchachos que gritan de placer al cojerse y se vanaglorian en su espejo de estupideces, y se drogan sin conocerse, y olvidan mirar al cielo, abrázame fuerte, que no quiero ver como todo se vuelve un recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario