jueves, 5 de junio de 2014

Lucidez cegadora.



Siento el escalofríos subir por mi cuerpo, hoy de nuevo han vuelto a sangrar mis heridas viejas confundiéndose con las contemporáneas, fluyen por esa canaleta, que hierve los poros y rellena lagrimas a presión que no explotan, están bajando por el tórax y se adhieren al corazón inflamándolo, haciendo mas dolorosa la respiración, existir, ser, si se me cae el cielo, no hay ya ni firmamento que mirar, cuando está totalmente roto un sueño, solo quedan los somníferos, o inseminar uno de forma artificial, mi esperanza se evapora entre los alientos de cada palabra pronunciada, todo yo soy escombros, vivo persiguiendo al fracaso seguro, y no al éxito riesgoso, mis sentidos tienden a querer estafarme y nunca lo logran, ojala lo hicieran, ojala pudiera levantarme y decir que estoy bien, siento punzadas, espadas clavadas y siendo empujadas lentamente, hay una gran bola de bilis negra esperando a salir con todo y tripas, y un alma que espera con esperanzas de agonía no partir sola.

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